7 Días, 7 consejos de mi primera semana de universidad
o, cómo comenzar con el pie derecho la universidad
El título es bastante self explanatory así que sin nada más para decir, comencemos con los consejos.
Consejo 1: Todos estamos en la misma.
Nadie conoce a nadie, para todos la materia como el profesor son nuevos. Todos tenemos ese semblante de que no sabemos si estamos bien vestidos, de si la universidad será tan aterradora como nos contaron los más grandes, de si matemática va a seguir siendo complicada y el mayor temor de todos -incluyéndome-, ¿¡voy a hacer amigos!?
Lo que me lleva al punto 2.
Consejo 2: Todos están abiertos a conocerse.
Es verdad, hay algunos que por x o por y ya se conocen pero no es la mayoría (para la tranquilidad de todos). Por ende, hablale al que tenés al lado, te aseguro que por lo menos va a seguirte la conversación y capaz al otro día se sienten juntos, eso ya es un avance de no conocer a nadie.
Suena muy utópico, ¿no? La verdad que si hubiera leído este párrafo el día antes de comenzar, hubiera primero, bardeado a la escritora diciendo que qué sabe ella y segundo no hubiera seguido el consejo porque suena a salir mucho de la zona de comfort.
Además, yo no lo hice, no comencé la conversación con nadie (aunque mi alma introvertida quería con todas sus fuerzas comenzarlas, tenía ese miedo de quedar en ridículo). Si este es tu caso, no te hagas problema porque seguramente alguien te va a hablar.
Consejo 3: Vas a tener que ser sociable.
Siguiendo el hilo del segundo consejo, tenés que mentalizarte de ser sociable. No podés esperar que todo lo haga el otro. En resumidas cuentas tenés qué:
No estar con el celular. Vos ves a alguien con el celular y automáticamente pensás que no quiere hablar o que está muy ocupado en otras cosas.
No estar en la otra punta, acercate un poco. No podés estar en la otra punta del pasillo sola esperando que mágicamente caiga alguien para entablar una conversación.
Seguir la conversación. Si alguien te hace una pregunta, vos seguí y hacele otra pregunta (preferentemente que esté relacionado con la anterior pregunta). Usualmente, cuando no se conocen la conversación va a parecer una ronda de preguntas y respuestas. No te preocupés, vas por buen camino. El punto focal es encontrar un punto en común, de ahí vas a poder encarar un montón de conversaciones a futuro.
Consejo 4: Estudiá.
No hay un atajo. Si querés aprobar, tener buenas notas, etc etc, tenés que hacerlo. Ojo, no estoy diciendo que tenés que estudiar muchas horas, al contrario, study smarter not harder. Buscá en Youtube o en tu plataforma favorita técnicas de estudio efectivas. Yo por ejemplo uso la de Pomodoro y active recall, pero todo depende (de igual manera ya haré un artículo sobre eso).
Consejo 5: Meal Prep!
Te juro que es lo que te va a salvar. Elegí un día donde tengas poca carga horaria o pocas responsabilidades, cociná como para un batallón y guardalo en el freezer. Yo decido hacerlo el fin de semana. El sábado o el domingo me tomo la tarde y empiezo a cocinar legumbres, brócoli, hacer kéfir etc, etc. y después pongo todo en el freezer y descongelo en la semana lo que necesito.
Lección 6: Armá tu horario.
No podés no tener horario. Tenés que sentarte un día y analizar cómo podés optimizarlo sino al terminar la jornada te das cuenta que no hiciste nada. La primera semana yo empecé a tantear cómo iba, y el fin de semana recapitulé como me había ido en la semana. Por ejemplo tuve en cuenta en qué cosas puedo hacer mejor, a que hora levantarme, cuando estudiar y así con lo demás.
Lección 7: “Quien tiene algo por qué vivir, es capaz de soportar cualquier cómo”.
Uso esta frase de Nietzsche para graficar que te tenés que preparar para la frustración. Es un campo nuevo y te tenés que adaptar rápidamente. Cuando hice un balance de mi semana me di cuenta que solo había estudiado e incluso así iba atrasada con los temas que daba la profesora. Me enojé porque como era posible que yo estudiando 2 o más horas al día iba tan atrasada. Además, no quiero pasar todo el día estudiando, más aún cuando tengo que cocinar, limpiar y obviamente, descansar (no soy una máquina). No encontré una respuesta definitiva todavía pero si rescato algo es que lo que me mantiene de pie y me hace no querer tirar todo por la borda, es mi objetivo. Me lo planteé desde el día uno y sé que no voy a abandonar hasta conseguirlo. Ahora, capaz estoy tomando un camino muy empedrado, capaz pueda encontrar otra forma de llegar al fin pero, aún si no lo encontrara seguiría persistiendo porque tengo que cumplir mi objetivo. No te desvies.
Antes de terminar, quiero hacer una aclaración que está relacionada con el 7mo consejo. Está bien tener tus días malos, no querer hacer nada, sentirte muy cansado o cualquier emoción que no te deje cumplir con lo que te propusiste en el día. Especialmente si sos mujer como yo, nuestro ciclo hormonal nos pone más propensas a tener más o menos energía ciertos días, estar más tristes de lo usual o incluso de querer correr una maratón. Depende de en qué día te encuentres.
Esto no es malo, ni mucho menos.
Incluso, hay youtubers que tienen videos explicando como acomodar tu calendario a tu ciclo hormonal, por si te interesa podés buscarlo. A lo que voy es que no somos máquinas, sino qué (incluso siendo varón) tenemos fluctuaciones emocionales que nos predisponen para encarar el día de una u otra manera, por ende, recomiendo que escuches a tu cuerpo y abraces a tu naturaleza.
Si tenés que descansar, descansá. Si tenes que hacer una pausa porque tenés hambre, hacela. Si te sentís solo, salí con tus amigos (consejo muy importante que no añadí antes, NO DEJÉS DE SOCIALIZAR). Y así.
Obviamente no será todos los días pero se trata de hacer lo mejor que puedas y si lo mejor que podés hacer es estudiar 30 minutos, está bien. Mañana tenés otra oportunidad.
Ahora si, como conclusión quiero desearles mucha suerte en su camino universitario y espero que tanto ustedes como yo consigamos todos nuestros objetivos, tanto dentro como fuera del ámbito académico.
RECOMENDACIONES:
Estar presente, intentá sobrepensar menos. Tener tu mente liberada de pensamientos que no nos suman nos ayuda a estar más enfocados en la tarea que tengas que realizar.
Meditar. Antes de dormir y al despertarse es un momento idóneo para hacerlo.
Al terminar la semana, recompensate por todo lo que has logrado. Puede ser con comida, algún objeto material o simplemente dantote una ducha larga o durmiendo más temprano.
¡Nos vemos el próximo sábado! Punto final.